
Sello Patek Philippe
Sello Patek-Philippe
Desde 2009 y tras décadas de certificar sus guardatiempos con el preciado Poinçon de Genève, Patek Philippe decidió dar un paso más en sus niveles de exigencia y crear su propio sello. Este nuevo marchamo es la evolución de una filosofía de calidad y excelencia que han constituido la esencia y sido el objetivo perseguido por Patek Philippe desde su fundación.
Desde 2009 y tras décadas de certificar sus guardatiempos con el preciado Poinçon de Genève, Patek Philippe decidió dar un paso más en sus niveles de exigencia y crear su propio sello. Este nuevo marchamo es la evolución de una filosofía de calidad y excelencia que han constituido la esencia y sido el objetivo perseguido por Patek Philippe desde su fundación.


A diferencia de otros certificados de calidad, el sello Patek Philippe satisface de manera explícita los principios y la filosofía que distinguen a Patek Philippe de las otras marcas de alta relojería. De hecho no es sino un reflejo del savoir-faire y de los valores fundacionales de la firma entre los que destacan tradición, calidad, oficio y exclusividad.
Es un sello de calidad global y afecta a la totalidad de la producción independientemente del grado de complicación; la calidad global se refiere a todo el conjunto del reloj en sus aspectos técnico y estético.


Desde el punto de vista técnico, el sello Patek Philippe excede largamente las exigencias de las diferentes certificaciones y punzones existentes afectando a todo el conjunto del reloj incluyendo mecanismo, caja, esfera, agujas, brazaletes, pulsadores o cierres. El sello exige que tanto los movimientos y sus componentes como el resto del reloj se creen respetando todos los criterios cualitativos establecidos por la manufactura.
Adicionalmente, la exigencia se extiende también a los materiales empleados incluyendo metales preciosos o piedras preciosas.


El reglamento del Sello Patek Philippe dispone de unos niveles de control muy estrictos que permiten verificar el cumplimiento de los diferentes requerimientos en cada etapa de fabricación. En el desarrollo y fabricación de los movimientos la prioridad más relevante es la precisión. Los intervalos aceptados en cualquier reloj de la firma (con calibre de diámetro superior a 20mm) se sitúan entre -1 y +2 segundos por día que supone una insuperable precisión del 99,997%.
Adicionalmente, los diferentes elementos de los mecanismos se miman al mínimo detalle: se pulen y decoran cual piezas principales con acabados perfectos. El dominio único tanto de las tecnologías más punteras como del saber artesanal está garantizado por los numerosas inspecciones a las que es sometido cada garde-temps. El sello por tanto, aúna requisitos de precisión, funcionalidad y confort que convierten a cada reloj Patek Philippe en una obra maestra.